En el día más importante para el PSOE desde el año 2000 los candidatos a llevar sus riendas se han desayunado con el amargo conocimiento de que la persona favorita de Don Juan Carlos para ello era la presidenta andaluza Susana Díaz.
Según da cuenta Lucía Méndez en El Mundo, el monarca saliente se reunió con Díaz con anterioridad a su anuncio de abdicación y le pidió que optase a ocupar la Secretaría General del PSOE.
Don Juan Carlos veía en Díaz una garantía de estabilidad pero también un dique a las ansias republicanas de parte del PSOE, atadas hasta el momento por Alfredo Pérez Rubalcaba.
La candidata favorita del Rey optó por no presentarse pero la difusión de dicha información en la jornada de elección ha caído como una bomba en las filas socialistas.
No es el único sapo que han tragado los candidatos después de que se divulgara una encuesta de NC Report para El Economista en la que se arroja un saldo decepcionante para el PSOE: Pablo Iglesias y Podemos conseguirían un 16% de los sufragios en las generales y se quedarían a cinco puntos del PSOE.
Algo que debería disparar las alarmas del próximo inquilino de Ferraz, ya que buena parte del voto de Podemos en las europeas ha procedido de caladeros socialistas decepcionados.
Y por si no fuera suficiente se ha llegado al final de un proceso marcado por las sospechas de «juego sucio» entre los equipos de Eduardo Madina y Pedro Sánchez a través de filtraciones interesadas a los medios de comunicación.