En 2006, Hugo Cornellier, un chico de 12 años, recibió de su padre un regalo que, de alguna manera, le iba a cambiar la vida. O al menos a documentarla: un cámara time-lapse.
Al mismo tiempo, vio en YouTube un vídeo de autorretratos del fotógrafo Noah Kalina. Y decidió hacer lo mismo: tomarse una foto cada día.
Siete años después, Cornellier tiene su propio vídeo: una colección de más de 3.000 fotografías que muestran su crecimiento: desde el niño de 12 años que era al joven de 19 que es ahora.
El vídeo le ha convertido en una pequeña celebridad: suma más de cuatro millones de visitas.
Cornellier explica al MailOnLine que empezó como un juego.
«Me hice fotografías durante 50 días -explica- e hice un time-lapse. Me gusto mucho. Y ya no quise parar».
Durante más de 2.500 días cumplió con el autocompromiso de la autofoto. Se llevó la cámara a cualquier parte a la que viajó y no rompió su compromiso.
Lo que no esperaba es que este documental de 94 segundos sobre su adolescencia tuviera tanto éxito.
«Es una locura. Me dejan un comentario cada dos minutos».