Admirador de Alfonso Guerra, fue el líder de la UGT en Asturias. El que negoció los fondos mineros, el cierre de pozos, las ayudas, los cursos de formación.
Fernández Villa gobernó con mano de hierro las cuencas mineras y hasta el PSOE y el Gobierno autónomo.
Recién jubilado, tenía 1,4 millones de euros ocultos.
Antiguos compañeros de tajo y lucha celebran que se haya descubierto el botín y animan a que se llegue hasta el final. Interviú estuvo con ellos.La conmoción en Asturias es total desde que saltó la noticia, hace apenas diez días. José Ángel Fernández Villa, el histórico líder del SOMA-UGT, el poderoso y combativo sindicato minero, regularizó de tapadillo 1.400.000 euros que tenía ocultos hace un año, acogiéndose a la aministía fiscal acordada por el Gobierno del PP.
En medios sindicales asturianos, donde Villa era casi un dios, aún no dan crédito: el jefe supremo -o il capo dei capi, para otros-, el de aquella célebre frase dirigida a Felipe González de «antes de cerrar un pozo pasarán por encima de mi cadáver», tenía dinero escondido y sin declarar. Mucho dinero.
Para algunos, incluso los que fueron rivales en su día, es una profunda decepción y una sorpresa:
«Yo tuve fuertes discusiones con él por los convenios durante muchos años -declara a interviú un antiguo director de mina, ya jubilado en Gijón-. Era duro y firme; pero también muy recto. Si decía una cosa, la cumplía. No me esperaba esto».
Más o menos de la misma forma se han expresado políticos como el exvicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez-Cascos -«primero hay que escucharle», dice, además de poner en duda la «regularización» de ese dinero- o el guerrista (como Villa) y expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra:
«Es lo peor que me ha pasado en cuarenta años».
Pero para muchos de sus antiguos compañeros de lucha no ha sido tanta la sorpresa.
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