Pablo Iglesias comienza a sufrir la presión de pasar de ser una persona anónima a una de las más mediáticas del momento.
Él mismo ha dicho que le resulta un «infierno» el no poder pasear sin que cientos de personas se le acerquen y no poder ni tan siquiera ir al cine o a cenar con su pareja sin ser reconocido. Son tantas las personas que le paran que ha manifestado sentirse «acosado».
Por ello, según publica el Confidencial Digital, desde hace algo más de un mes, el líder de Podemos dispone de protección personal que le ha proporcionado el Ministerio del Interior.
El encargado de realizar este servicio es un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía cuyas funciones son las de escolta y contravigilancia.
Es decir, además de evitar altercados y evacuarle en caso de agresión, también debe de velar pos su seguridad cuando salga o entre de algún lugar, confirmar que se encuentra seguro, identificar potenciales agresores y prever situaciones de peligro.
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En la Asamblea Ciudadana que se celebró en el Palacio de Vistalegre de Madrid, el escolta se vio obligado a intervenir cuando decenas de asistentes se abalanzaron sobre él para saludarle.