Las claves del Gran Impostor

El secreto que permitió al ‘Pequeño’ Nicolás meterse en las entrañas del PP

La policía cree que el joven planeaba una estafa de 20 millones de euros en Guinea y buscó la ayuda del exministro Moratinos

Nicolás se hizo pasar por un hijo ilegítimo del Rey. Y por eso el CNI llamó a su caso ‘operación Fileas’. Controlado por el Centro, el joven negoció para la Infanta, pactó con el clan Pujol, entró en contacto con Cemex y ofreció a José Luis Núñez, expresidente del Barça, sus servicios para evitar la cárcel.

Pero no hay una sola denuncia contra él. Al final, el miedo a que su plan en Guinea creara un conflicto grave precipitó su caída. Y fue detenido por Asuntos Internos con la excusa de una estafa en Toledo.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aguantaba la hoja de cristal mientras Ana Mato y María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, hacían equilibrios para no dejarse la frente en la ventana.

A sus pies, el futuro director del gabinete del presidente, Jorge Moragas, ayudaba a la vicepresidenta in péctore a bajar de la mesa. Y ya en el suelo, el máximo líder del PP saludaba a los más íntimos, dejando atrás el obstáculo.

Era el domingo 20 de noviembre de 2011, y Mariano Rajoy acababa de saber que durante cuatro años sería el presidente del Gobierno. Mayoría absoluta; 189 diputados.

Minutos antes, había saludado a la multitud desde el balcón de la sede popular. Ahora celebraba la victoria con su gente: las treinta personas que se apretaban en aquella reducida sala.

Tras tocar suelo, Rajoy recibió el abrazo de Rato. A menos de un metro, un chico de 17 años captó la imagen con su móvil.

Nadie se extrañó de que un muchacho tan joven nadara en aquel mar de futuros ministros. Más bien al contrario. Todos lo conocían. Para unos era Frankie; para otros, Nicolás.

Y para la mayoría, el protegido de Jaime García-Legaz y, por extensión, de Faes (la fundación del PP)y del expresidente Aznar. Tres años después ya no hay amigos. Ya no hay Frankie, ni Nicolás.

Ya no hay padrinos. Solo una investigación judicial por estafa, la sospecha de que el chico intentaba tangar 20 millones de euros al Gobierno de Guinea, y la palabra de muchos responsables políticos que lo niegan como si nunca hubiera existido.

NOTA.- Reportaje en la revista Interviú.

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