El periodista Federico Quevedo cuenta este 30 de abril de 2015 en su artículo en El Confidencial –Las mentiras que Podemos intenta ocultar– los motivos por los que dejó de ser llamado para el programa ‘Un Tiempo Nuevo’ (Telecinco).
Asegura que todo se debe a la foto que enseñó de Pablo Iglesias supuestamente volando en business, hecho que quedó desmentido posteriormente, aunque al mismo tiempo acusa a la directora del espacio de haber actuado con cobardía, ya que entiende que la responsable última de que la imagen se mostrase ante las cámaras fue ella.
Quevedo arranca así su tribuna:
Hace unos meses, durante una entrevista a Juan Carlos Monedero en el programa Un Tiempo Nuevo de Telecinco, llegó a mi Twitter una fotografía de Pablo Iglesias supuestamente viajando en business en un vuelo de Bruselas a Madrid. La directora del programa tomó la decisión de enseñar la fotografía y sobre la misma cuestionar a Monedero por aquello de que implicaba aprovecharse de eso que los nuevos revolucionarios podemitas llaman los privilegios de la casta. Resultó luego que en ese vuelo Iglesias iba en clase turista, lo cual, unido a la supuesta ‘dureza’ con la que cuestioné a Monedero en el programa, me supuso una campaña de linchamiento sin precedentes y, en un acto de cobardía muy poco digno, la directora del programa -responsable última de que se enseñara la foto- optó por prescindir de mi colaboración.
Dice que, aunque fue cierto que en esa ocasión el líder de Podemos iba en turista, Pablo Iglesias se está aprovechando de toda una serie de privilegios:
La realidad, meses después, es que son numerosos los testigos que han visto a Pablo Iglesias aprovechando lo que, en efecto, es uno de los privilegios con que cuentan los eurodiputados: viajar en business. Como tener un iPhone 5. Todo lo que rodea a Podemos es una sarta de mentiras, una detrás de otra, con las que por desgracia han conseguido engañar a un sinfín de incautos que en su mayor parte se han creído de buena fe el mensaje renovador de estos aprendices de chavistas. Sin embargo, desde que Monedero fuera pillado in fraganti intentando ocultar a Hacienda el origen de sus ingresos y Errejón descubierto aprovechando fondos públicos para vivir la vida loca, la credibilidad de Podemos ha perdido unos cuantos enteros. Podemos empieza a desilusionar incluso a quienes se habían sumado a sus filas e incluso ocupaban cargos de cierta relevancia.
Y la constatación de que, más allá de ser una experiencia surgida del mundo universitario se trata, en realidad, de la exportación a nuestro país del modelo de nuevo socialismo o nacional-populismo de los regímenes bolivarianos -algo que ya he contado en mi blog-, ha venido a cuestionar aún más la veracidad de sus consignas y propaganda. Podemos empieza a desilusionar incluso a quienes se habían sumado a sus filas e incluso ocupaban cargos de cierta relevancia. Lo ocurrido en La Rioja, donde la dirección del partido se ha visto obligada a convocar una gestora y expulsar al anterior equipo, no es más que una muestra de las muchas dudas que empieza a generar este experimento sociológico de corte totalitario.
E insinúa con que Pablo Iglesias podría tener pasta oculta en algún paraíso fiscal:
Podemos ha basado toda su estrategia política en denunciar a la casta, a la clase política, a los banqueros, a los ricos… Y a decir que no eran como ellos. Pero no es verdad. Hay quienes, incluso, colaboran con ellos. Es el caso de la líder de Podemos en Cataluña, Gema Galdón, fundadora de una empresa de consultoría llamada Eticas Consulting, y solo hay que leer su lista de clientes para darse cuenta de que pocos reparos tiene esta podemita en trabajar con todos aquellos de los que dice abjurar su partido.
Claro que si en su día nos sorprendían las cuentas de Monedero, las de Galdón tampoco se quedan atrás, según puede verse en el registro de bienes que ella misma ha presentado. ¿Y estos son los que dicen que están junto a los más pobres y desfavorecidos, los que se identifican con los marginados y desahuciados? No se extrañen si cualquier día de estos nos sorprendemos con las cuentas de Pablo Iglesias en algún paraíso fiscal… ¡Uy, lo que he dicho!
