Carmena compensa al podemita racista Zapata con un buen pellizco: controlará 30 millones de euros de presupuesto
Los casos de Guillermo Zapata y Pablo Soto les han puesto sobre aviso. Algunos podemitas han empezado a temblar porque se descubran las barbaridades que gustaban poner en las redes sociales cuando eran personas ‘anónimas‘ y han tomado cartas en el asunto.
Es el caso de Ramón Espinar, diputado en la Asamblea de Madrid de Podemos. El susodicho ha preferido poner la venda antes de la herida y activar @Tweet_Delete, una herramienta de la red social Twitter que permite eliminar los ‘tuits’ antiguos.
Una manera de empezar a cero o de reiniciar tu cuenta (A los ‘podemitas’ les salen ahora callos en las manos por querer eliminar su pasado en las redes sociales).
No es la única herramienta a disposición de los facinerosos, que durante años han sembrado la red social de mensajes racistas, xenófobos, antisemitas o insultantes para las víctimas del terrorismo.
Claro que he borrado mi timeline. Viendo el percal, cualquier cosa puede ser descontextualizada y yo, hace 4 años, no era cargo público.
— Ramón Espinar (@RamonEspinar) junio 15, 2015
Desde finales del pasado año, la red de «microblog» Twitter mejoró sustancialmente su motor de búsqueda para que pudiera ser más fácil localizar mensajes.
De esta forma, podía darse el caso de que a un usuario le compartieran una publicación antigua que pudiera sacarle los colores («Cuando Zapata se ríe de Irene Villa y de su pierna, dan ganas de perder el sentido del humor y darle dos ostias»).
Los expertos en seguridad informática han reiterado la importancia de controlar la identidad digital para mantenerla intacta, dado que el pasado es suceptible de regresar. Incluso existen empresas especializadas en borrar la huella digital.
A nivel de usuario, existen varias formas de controlar lo que uno publica en esta plataforma, que cuenta con unos trescientos millones de seguidores en todo el mundo, y en otras redes sociales (Ángel Expósito: «¿Explicará Carmona que se siente al pactar con un partido cuyo líder le llamó subnormal?»).
Una opción es, como puede resultar obvio, darse de baja de la plataforma y borrar el perfil en aras de empezar de cero procurando aplicar el sentido común. Una herramienta para borrar «tuits» de un plumazo sin la necesidad de borrar la cuenta es TweetDelete, capaz de eliminar hasta 3.200 mensajes de una vez.
Se trata de una aplicación de terceros con lo cual hay que autorizarlo con el perfil personal. También da la opción programar el tiempo que uno desea que los mensajes se borren, ya sea una semana, un mes o un año.
Aquí es donde ahonda Twitterspirit, que puede borrar de forma programada las actualizaciones (Pablo Iglesias en 2014 sobre Antonio Miguel Carmona: «Es tonto y subnormal»).
Simular al anterior es TweeterDeleter, que ofrece la posibilidad de elminar grupos de mensajes con un solo clic.
Cuenta con dos planes, uno gratuito que ofrece un servicio básico (buscador de mensajes y borrar hasta cien «tuits» por día); y una tarifa de 13.99 euros al mes que permite eliminar por hora determinada o filtrar los «tuits» y «retuits» por palabras clave ( El ‘guillotinador’ Pablo Soto, la ‘feminazi’ Mendiola… ¿sabe lo que lleva Carmena bajo sus faldas?).
Otra opción es DeleteAllMyTweets, capaz de eliminar todos los mensajes rápidamente (hasta mil mensajes), al igual que TwitWipe.
Por su parte, el proyecto de TweetEraser (disponible en varios idiomas, entre ellos el español) propone una heramienta basada en un cliente web, muy sencilla de utilizar, que ayuda a los usuarios a filtrar por texto y «hashtag» para eliminar los «tuits» rápidamente.