El libro creo que no termina de ayudar a acercarnos a la barbaridad que nos pasó
Juan Carlos Monedero ha dado su opinión sobre el libro de Arturo Pérez-Reverte sobre la guerra civil–Pérez Reverte: «Los jóvenes son manipulados porque no saben lo que fue la Guerra Civil»–.
El cofundador de Podemos, el mismo al que Pablo Iglesias definió no como un hombre de partido, sino un verso que necesitaba volar, se ha despachado en una tribuna escrita en ‘El Confidencial’ contra ‘La guerra civil contada a los jóvenes’, ya que, aunque no lo critica de manera contudente, sí que le intenta afear en varias cuestiones —VER TRIBUNA COMPLETA–.
Resulta llamativo que a Monedero, amante confeso de la ‘democracia’ que impusieron en Venezuela Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro después, se descuelgue con esta frase de este calibre:
[…] Pero es un libro que no dirige los esfuerzos a construir una democracia de alta densidad. […]
Arranca Monedero:
[…] La guerra civil que cuenta Pérez Reverte a los jóvenes, junto con las excelentes ilustraciones de Fernando Vicente, es más ponderada de lo que la lectura de algunas críticas sugiere.
Pero no deja de ser cierto que produce enfado que para que algunos salgan de la visión franquista de la guerra haya que buscar equilibrios impensables con el nazismo o el fascismo.
[…] De ahí que algunos hayan querido atribuir al esfuerzo -se nota- de Pérez Reverte un equitativo reparto de culpas entre los que dieron un golpe de estado en julio de 1936 levantándose contra la República e incumpliendo la Constitución de 1931 -es lo que hicieron los militares traidores que se alzaron-, y los que cogieron las armas para defender su Constitución y su orden democrático, tuviera las insuficiencias que tuviera. […]
Y dice que:
[…] Aunque me consta que no es la intención de este trabajo, se termina ofendiendo a los que se jugaron todo por defender la República. No son la contraparte de un mismo asunto.
En otro apartado critica que Pérez-Reverte haya escrito sobre la contienda sin citar que «antes de la República vino la dictadura de Primo de Rivera».
[…] El libro puede civilizar a los emboscados que ven el franquismo con buenos ojos, pero creo que no termina de ayudar a acercarnos a la barbaridad que nos pasó.
[…] Quizá precisamente por esa mirada no tan amarga sobre nuestro pasado, la mirada sobre nuestra democracia de Pérez Reverte es demasiado dulce.
Y aprovecha el profesor universitario para, ya que el Pisuerga pasa por Valladolid, cargar en su tribuna contra el Rey Juan Carlos e incluso Aznar y Esperanza Aguirre–Pérez-Reverte: «Si Aznar era un arrogante y Zapatero un imbécil, Rajoy es un sinvergüenza»–:
[…] Soy de los que piensan que la democracia la trajeron los que se la jugaron para traerla. No el Rey, que fue nombrado sucesor del dictador por el propio Franco en 1969.
En definitiva, podríamos decir que estamos ante un libro para el país real, ese donde Esperanza Aguirre o José María Aznar no piensan hoy muy diferente de lo que pensarían en 1936. Pero es un libro que no dirige los esfuerzos a construir una democracia de alta densidad.
Esa que pasa por romper con la impunidad del franquismo y con la memoria selectiva a la que nos obliga «el precio de la transición».