Este desbarre -con la excusa de la ONU- en favor de un tirano, que apenas unos días antes asesinó en masa mujeres y niños con armas químicas, ha dejado a propios y extraños patidifusos
No es más tonto ni más cursi porque no entrena. En otros rankings, como el de sectarismo, proclividad a respaldar facinerosos y otras majaderías tampoco va situado Pablo Iglesias.
Pretencioso como es y obsesionado por aparecer en los medios,el líder de Podemos ha intentado una patética irrupción en la política internacional (Trump responde al ataque químico de El Asad bombardeando una base siria).
Este viernes, 7 de abril, como si a alguien le importara, ha saltado de la cama y todavía legañoso, se fue al teclado para manifestar su rechazo al expeditivo y sorpresivo ataque ejecutado en la madrugada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra una base militar del régimen sirio en el oeste del país, en respuesta al ataque con armas químicas en la provincia de Idlib.
De la misma forma que nunca ha mordido la mano de los verdugos chavistas que le ha alimentado, a él y sus compinches podemitas, Iglesias tampoco renuncia a sus fijaciones chequistas y a sus relaciones con el ‘mundo islámico’, pero este desbarre -con la excusa de la ONU- en favor de un tirano, que apenas unos días antes asesinó en masa mujeres y niños con armas químicas, ha dejado a propios y extraños patidifusos.
En cualquier caso y aunque no sirve ni como atenuante, hay que subrayar que Pablo Iglesias no está sólo en en este derroche de gilipollez.
El pasado enero, coincidiendo con el 425 aniversario de la toma de la ciudad de Granada por los Reyes Católicos, los círculos de Podemos, con amplia presencia y representación municipal, se lucieron.
#NoAlaToma La toma de Granada fue un genocidio contra los andaluces. Debería ilegalizarse esas celebraciones fascistas y ofrecer disculpas.
— Podemos bases (@Podemos_bases) 2 de enero de 2015
Las bases de la formación comunista en la ciudad calificaron en Twitter los actos conmemorativos de la victoria cristiana y del final de la Reconquista, de «celebración fascista» y «genocidio» contra el pueblo andaluz, y exigieron que España pida perdón al Islam.
Panda de mamarrachos.
