Podemos se ha postulado en un lugar infame desde que todo el escándalo independentista empezar a sonar con mayor fuerza después del verano de 2017; haciendo funambulismo entre la línea de la legalidad y la de la independencia furibunda.
Este 27 de octubre de 2017, una vez perpetrado el golpe de Estado, Pablo Iglesias, el macho alfa de Podemos, publicó un tuit en el que reconocía la ilegitimidad del golpe pero enfocaba toda su ira en… ¡el Partido Popular!
Estamos contra la represión y por un referéndum pactado, pero la declaración de independencia es ilegítima y favorece la estrategia del PP
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 27 de octubre de 2017
El odio podemita a todo lo que huela a PP les haría llevar a culparles incluso de la muerte de Manolete. Afortunadamente, este golpe de Estado de los sediciosos ha llevado a Podemos al lugar que le corresponde en la política española: la indiferencia, la irrelevancia, la nada.
Además de esta depravada postura, la de algunos de sus diputados en el Parlament de Cataluña, quedándose a votar en la infame declaración de independencia, y haciéndolo sin mostrar hasta tres de ellos, en lo que después resultó ser abstención. Entre ellos, el infame Albano Dante-Fachín.