¡Vaya zasca que se ha llevado el poeta comunista Luis García Montero! Resulta que el elegido por Pedro Sánchez como nuevo director del Instituto Cervantes reclamó que, de triunfar la moción de censura contra Mariano Rajoy, Pedro Sánchez debería de convocar elecciones a la mayor celeridad posible.
Sin embargo, a Montero, ahora que puede ser abrigado por la púrpura del poder, parece haber olvidado esa exigencia. Ya no hay prisas y seguro que no le importará la permanencia al frente de La Moncloa del líder socialista, bien hasta 2020 o incluso más tiempo si fuese menester.
Sin embargo, para que al literato de Izquierda Unida no se le olvide lo que dijo hace menos de dos meses, concretamente un 27 de mayo de 2018, le refrescamos la memoria con un párrafo memorable del artículo que escribió en Infolibre –La hora de la ciudadanía-:
España tiene problemas muy graves, además de la corrupción. La articulación territorial y una economía que confunde el desarrollo con la desigualdad galopante necesitan respuestas inmediatas. Y esas respuestas necesitan a su vez que la ciudadanía recupere su orgullo para volver a confiar en la política y en el bien público de la virtud. Creo que una forma de devolverle el orgullo es darle también la palabra en una hora grave, después de que la justicia haya confirmado la escandalosa corrupción del partido en el gobierno. La moción de censura es una exigencia ética que no puede limitarse a jugar el papel de la exigencia ética.
Y añade:
Debe edificarse también un pacto político que haga posible la repulsa colectiva al deshonor, la mentira y el robo. Expulsar del gobierno al PP es ahora la verdadera exigencia ética. Y para evitar maniobras interesadas y argumentos tácticos (que si los independentistas, que si sube Ciudadanos, que si la derecha, que si la izquierda) es imprescindible que el apoyo a la moción vaya acompañado del anuncio de unas elecciones generales en un tiempo preciso. Que los ciudadanos se responsabilicen de la realidad y de la política para reivindicar el bien común y la virtud pública.