La mañana del 5 de junio estuvo marcada en redes sociales por un vídeo especialmente duro: en él, un hombre de origen magrebí lanza una silla con violencia contra un perro que paseaba junto a su dueño, causándole la muerte al instante.
La escena, compartida miles de veces, ha generado indignación y una oleada de peticiones de justicia.
Sin embargo, lo que más ha sorprendido a buena parte de los internautas ha sido la reacción del propio Arturo Pérez-Reverte, un autor que nunca ha ocultado su amor por los perros y su defensa férrea de los animales.
Individuos africanos matan a un perro con una silla en plena calle mientras su dueño lo paseaba, supuestamente por diversión. pic.twitter.com/p8daaAJgNE
— Hugo de Payns (@IgdePablo) June 5, 2025
Pérez-Reverte: defensor de los perros… ¿y ahora?
Si por algo es conocido Pérez-Reverte, además de por su obra literaria, es por su pasión por los perros. Ha compartido infinidad de fotos junto a sus teckel —raza por la que siente especial predilección— y no son pocas las ocasiones en las que ha alzado la voz contra el maltrato animal. Por eso, muchos esperaban una respuesta contundente tras la difusión del vídeo. Sin embargo, su reacción ha sido inesperadamente tibia. En lugar de condenar abiertamente el acto o exigir responsabilidades, el escritor se limitó a comentar en redes sociales: “Son costumbres”, una frase que muchos han interpretado como un intento de relativizar el hecho o atribuirlo a diferencias culturales.
La respuesta no ha tardado en generar debate: algunos defienden que el comentario busca señalar precisamente la incompatibilidad de ciertas costumbres con la sociedad española; otros consideran que es insuficiente viniendo de alguien tan implicado en la defensa animal. En cualquier caso, el tono ha sorprendido a propios y extraños.
Los perros teckel de Pérez-Reverte: carácter y curiosidades
Pese a esta polémica puntual, nadie pone en duda el cariño real que Pérez-Reverte siente por sus perros. Sus famosos teckel —también conocidos como “perros salchicha”— aparecen con frecuencia en sus publicaciones. Se trata de una raza conocida por su carácter testarudo, valiente y muy leal. El escritor suele bromear sobre lo cabezotas que son y lo difícil que resulta educarlos, aunque reconoce que precisamente ese carácter fuerte es lo que más le atrae.
Entre las curiosidades más pintorescas sobre sus mascotas destacan sus nombres: Pérez-Reverte elige siempre apelativos originales e irónicos para sus teckel, reflejando su conocido sentido del humor. Además, suele compartir anécdotas sobre sus travesuras cotidianas o sobre cómo le acompañan durante horas frente al teclado.
Curiosidades y datos locos sobre Pérez-Reverte y los perros
- En más de una entrevista, Pérez-Reverte ha confesado que prefiere la compañía de los perros a la de muchas personas.
- El escritor no solo se limita a los teckel: en distintas etapas ha convivido con otras razas e incluso gatos.
- Una foto reciente junto a uno de sus perros se volvió viral porque ambos llevaban un gesto casi idéntico; “nos parecemos hasta en el ceño fruncido”, bromeó él mismo.
- Es habitual encontrar referencias caninas en sus novelas, bien como personajes secundarios o como parte del paisaje emocional del protagonista.
- Entre los seguidores del escritor existe incluso una especie de “club” no oficial dedicado a compartir anécdotas y fotos de teckels inspirados por él.
El debate cultural y la sensibilidad animalista
Más allá del caso concreto y la reacción personal del escritor, el episodio pone sobre la mesa un debate más amplio: ¿cómo deben abordarse los choques culturales cuando afectan directamente a valores tan transversales como el respeto animal? La frase “son costumbres” encierra una trampa semántica compleja. Algunos opinan que visibilizar estas diferencias ayuda a combatirlas; otros temen que puede usarse para justificar prácticas inaceptables.
En cualquier caso, lo ocurrido evidencia hasta qué punto las sensibilidades han cambiado en España respecto al trato animal. La ley ya contempla sanciones duras contra el maltrato animal, pero sigue generando controversia cómo abordar casos donde se mezclan orígenes culturales distintos y percepciones dispares del sufrimiento animal.
¿Ha cambiado Pérez-Reverte?
No faltan quienes recuerdan las palabras rotundas que Pérez-Reverte dedicó hace apenas unos meses al abandono animal o al uso irresponsable de mascotas. Por eso, su postura ahora genera tanto desconcierto. Quizá haya querido evitar alimentar discursos xenófobos o caer en simplificaciones peligrosas; quizá simplemente prefiera no entrar al trapo mediático con cada caso viral. Sea como sea, el episodio deja claro que incluso las figuras más contundentes pueden sorprender con respuestas inesperadas ante situaciones límite.
Mientras tanto, sus teckel siguen siendo protagonistas indiscutibles tanto en redes como fuera de ellas, recordándonos —con su testarudez entrañable— lo fácil que es empatizar con quienes no tienen voz propia.
