Las escenas de contenido sexual son cada vez más frecuentes en las programaciones de las cadenas de televisión estadounidenses, en las que casi se ha duplicado su presencia en los últimos siete años, según un informe divulgado esta semana.

De acuerdo con el estudio, las mayores dosis de sexo coinciden con las horas de máxima audiencia, y cerca de ocho de cada diez de las emisiones incluyen alusiones a la sexualidad o muestran algún tipo de relación sexual.

El informe, elaborado por profesores de comunicación de la Universidad de Arizona, se basa en un análisis de 1.154 programas y fue realizado por encargo de la Kaiser Family Foundation, un grupo de carácter privado con sede en California.

Emitidos en 2004 y 2005 por las principales cadenas del país -ABC, CBS, NBC y Fox, entre otras-, esos programas abarcaban todos los géneros de la parrilla, excepto informativos, retransmisiones deportivas y emisiones infantiles.

El análisis revela que las escenas de mayor contenido sexual se dan en las películas: un 92% de ellas muestran relaciones amorosas o algún tipo de referencia verbal al sexo, y las series, tanto en clave de humor como dramáticas, lo hacen en un 87%.

Los "reality show" constituyen, por el contrario, los programas de entretenimiento en los que hay una menor presencia del sexo, con un 28%.

El informe subraya que en 1998 las referencias y escenas de contenido sexual en la pequeña pantalla eran algo más de tres cada hora, pero en la actualidad se sitúan en torno a seis.

Destaca además que en 1998 -cuando el grupo investigador inició su investigación, que tiene una periodicidad bianual- en el 56% de las emisiones aparecían escenas o referencias sexuales, mientras que ese porcentaje se ha elevado en la actualidad al 70%.

El porcentaje sube otros siete puntos en las horas consideradas de máxima audiencia.
Coqueteos, besos, tocamientos...

En el informe se contabilizan como escenas de "contenido sexual" todas las que incluyen flirteos, insinuaciones, coqueteos, besos de pasión y tocamientos.

También incluye conferencias y charlas de expertos y especialistas en sexualidad, así como conversaciones entre personajes de ficción que permitan imaginar al telespectador que los protagonistas de la película o la serie acabarán en la cama.

Las imágenes que muestran el acto sexual de forma explícita están asimismo incluidas en el recuento.

Este último aspecto es el único, no obstante, en que el sexo televisivo registra, aunque ligera, una tendencia a la baja, después de haber alcanzado su cumbre en 2002, cuando se emitía en el 14% de los programas, lo que supone un descenso de tres puntos.

Es decir, el sexo puro y duro se ve ahora menos en los hogares norteamericanos, aunque en ellos se hable más sobre el sexo y los ensueños amorosos.