"Cuando les convino, abandonaron a Bobby Deglané como un juguete roto, como un trasto del que había que deshacerse sin compasión"

clipping

Luis del Olmo sacude a la Cadena SER

PD, Miércoles, 16 de noviembre 2005

Luis del Olmo siempre ha podido decir lo que quiera pero ahora, en la parte dorada de una carrera profesional plena de éxitos, no sólo puede sino que lo hace. Hace unos días le sacudía sin piedad a Federico Jiménez Losantos. Hoy no carga contra la estrella de la COPE. Esta vez, su "Correo sin respuesta" va dirigido contra la aparentemente intocable Cadena SER, a la quen el conductor de Protagonistas acusa de haber abandonado en la Gran Vía madrileña, cuando le convino, al gran Bobby Deglané "como un juguete roto, como un trasto del que había que deshacerse sin compasión".

Esta es la carta matinal que ha difundido este miércoles Luis del Olmo desde los micrófonos de Punto Radio. Lean y juzguen:

Ayer ser rindió homenaje, en la Universidad San Pablo CEU en Madrid, a la memoria y al magisterio del más grande entre los grandes de la radio de la segunda mitad del siglo XX en España: Bobby Deglané.

Se cumple un siglo del nacimiento de un mago de la palabra, y uno de sus discípulos más aventajados, Miguel Ángel Nieto, también biógrafo de Deglané, organizó una inolvidable sesión académica y popular, en su recuerdo. Y allí estaba Pilar, su viuda, y sus tres hijos.

Y allí estábamos los viejos rockeros de la palabra- cuántos recuerdos, amigo José Luís Pecker, pasaron ayer por tu corazón....- junto a los alevines de periodistas, y no como en un funeral de la nostalgia sino todo lo contrario: como en el bautismo de cada día de las palabras que nos informan, que nos emocionan, que hace que nos sintamos gentes de una misma tribu y de una misma sangre, que nos hacen sonreír, que nos ponen de pie cada mañana para sentirnos vivos.

Aquel trabajador infatigable, que inventó la radio comercial en España, fue un obrero que amasaba cada día el pan de la alegría para repartirlo en un país de hambre y de tristeza, en la “larga noche de piedra” en que salía el sol cuando, en la radio, se anunciaban las “cabalgatas” de Bobby Deglané, y aquellos microespacios o secciones ( "Millonario por siete días”, “Radiopatrulla”, “Manos blancas no ofenden”, “Lo dobla o lo lleva”, “El enigma de medianoche”....) que eran, para millones de españoles - rojos o azules, civiles o militares, altos o bajos, de la aldea o de la ciudad...- el mayor espectáculo del mundo.

Seguro que hoy Bobby Deglané se sentiría incómodo, él que era un hombre de talante conciliador, con muchas crispaciones que hoy gritan en las antenas y llenan las ondas de aspereza. Su radio -que ha de ser la de siempre- era la del talento, la sorpresa, la imaginación, la educación, el respeto.

Fue más intrépido que nadie y abrió muchas fronteras y derribó innumerables tabúes.... pero siempre lo hizo con corrección, con “saber estar”, respetando el privilegio de disponer de un micrófono para no usarlo como un arma de destrucción masiva.

En la banda sonora de nuestros sentimientos siempre estará Roberto Deglané Portocarrero, chileno del que, la región del nitrato y, por lo que él demostró, la cuna de una especial intuición para convertir la palabra en compañía, y el silencio en complicidad.

 Aquel maestro que lo tuvo todo (porque su todo eran millones de oyentes) acabó, lo mismo le sucedió a José Luis Pecker, cuando a los empresarios de turno les convino, abandonado en la Gran Vía madrileña como un juguete roto, como un trasto del que había que deshacerse sin compasión.... Estamos hablando de la Cadena SER.

Por todo ello, por el brillo de su biografía, y por que el ejemplo y la grandeza de Bobby Deglané han de seguir muy vivos, contra viento y marea, uno ama la radio como la amó aquel maestro que ahora, aunque ya no esté con nosotros, cumple sus primeros cien años con todos los honores.

                                                                    LUIS DEL OLMO