Pasan los días y el futuro de Ibrahimovic en el Camp Nou parece acabarse. Tras rechazar la propuesta del Manchester City y reiterar una y otra vez su deseo de seguir de azulgrana, la bandera con los colores del Milán podría hacer cambiar de idea al sueco (y a su agente, Mino Raiola). La mañana de ayer fue movida en el despacho de Sandro Rosell. Una conversación telefónica con Adriano Galliani (vicepresidente del club lombardo), dejó abierta la posibilidad a una negociación. Pese a que el ejecutivo milanista confirmó en La Gazzeta dello Sport que «será una operación complicada, pero lo intentaremos», según pudo saber AS, la respuesta de Rosell fue directa: «Ven a Barcelona y hablaremos del tema».
El Milán sabe que el tiempo juega a su favor. Cada día que transcurra, los nervios en el Camp Nou irán en aumento, dada la poca sintonía que tienen el jugador y Guardiola. El que lo dejara en el banquillo el pasado sábado en el Camp Nou ante el Sevilla pareció ser una declaración de intenciones. El Milán valora una cesión, algo que ni Ibrahimovic ni su representante aceptarían, puesto que el apoderado del atacante lo que pretende es venderlo; de esta manera se aseguraría una nueva comisión a costa de un negocio con el punta.
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