La taza de café en monodosis resulta entre un 600 y un 1.900 por ciento más caro que hacerlo de una cafetera tradicional
Las monodosis de café, que han desterrado el molinillo de los hogares y arrinconado las cafeteras tradicionales, captan por su comodidad a cada vez más consumidores, quienes en plena retracción del consumo no se han parado a calcular que pagan el kilo de café en monodosis a precio de solomillo.
El auge de las cafeteras monodosis ha coincidido en un momento de retracción del consumo en el que las marcas blancas han incrementado su cuota y muchos industriales han diseñado para sus productos tradicionales formatos de precio más bajo.
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