No le sentó nada bien a Guardiola que Ibrahimovic sacara a la luz todos los problemas que han surgido entre los dos desde que el sueco viste la elástica azulgrana. El técnico del Barcelona le respondió con rotundidad.
«Si he hablado con él dos veces en seis meses es por una razón. Es un problema interno que se resolverá antes del 31 de agosto. Si el jugador sigue aquí, mi obligación será recuperarlo».
Lee el artículo completo en www.marca.com