Volvieron las caras largas después de la cuarta derrota española en el Mundial. La sexta plaza es la peor clasificación desde el décimo puesto de 1994 y de boca de los jugadores y el técnico salieron más lamentos que explicaciones. «Nos vamos con malas sensaciones, todo el mundo esperaba más de nosotros …
Lea el artículo completo en www.elpais.es