París despachó de urgencia a Bruselas el miércoles por la noche a François Fillon, su aparentemente pacífico y neutro primer ministro, para desac-tivar la polémica con Bruselas sobre los gitanos. El desplazamiento tenía el objetivo de contribuir a evitar, a toda costa, que la Comisión comience a husmear de verdad en la política de expulsiones colectivas lanzada por Francia en 2007 …
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