Finalmente, el Gobierno opta por lo más sencillo en su anunciada intención de elevar la presión fiscal sobre los «ciudadanos con alta capacidad económica», según la expresión utilizada en su día por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Renuncia a crear un nuevo impuesto sobre las grandes fortunas, a imitación del que existe en Francia o el extinto Impuesto sobre el Patrimonio español, y planea elevar el IRPF sobre las rentas más elevadas …
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