Özil y Xabi Alonso lideraron al equipo en la primera parte
Sigue el Real Madrid en obras -con Mourinho como arquitecto, capataz y peón- y por eso le viene a pedir de boca una noche feliz y un rival listo para ser desplumado.
Ante este rival y en estas circunstancias la victoria parecía una cuestión de pura lógica.
El riesgo era afearla con las formas y el peligro no aprovechar la ocasión para dar un empujón de esos que acortan plazos y asfaltan carreteras hacia lo que busca Mourinho y lo que sueña el Bernabéu (la tercera, la Décima).
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