Ni siquiera personas cercanas a la propia familia se están librando del escrutinio
Una certeza y un enigma.
Eso es lo que tienen sobre la mesa los policías judiciales que investigan el asesinato de un disparo en la cabeza del empresario cartagenero Jerónimo Roca Ros, ocurrido en la madrugada del domingo 19 de septiembre de 2010 durante un asalto a su imponente chalé de Cuesta Blanca.
El delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, descartó rotundamente que se tratara de un robo.
Algunas fuentes señalaban ayer, incluso, que las indagaciones avanzan a gran velocidad y que podría haber detenciones en las próximas horas.
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