Corría el año 1977 y el hombre que hoy es el primer ministro de Italia ya era por aquel entonces un empresario en auge. Silvio Berlusconi, con algo más de pelo y sin marcas de bisturí, posaba para el fotógrafo Alberto Roveri junto a su mesa de despacho. Sobre ella, una Magnun 357 guardaba por la seguridad del futuro mandatario ante un posible secuestro de la mafia …
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