Por segunda vez en cuatro días, se encontró Villa con unos tipos vestidos de rojiblanco a los que era imposible marcar un gol. Pero el uniforme que veía ayer tenía un añadido sentimental, puesto que él lo vistió en sus primeros pasos como futbolista. Ni el cariño ni los orígenes le habían impedido marcarle al Sporting hasta en cuatro ocasiones cuando era jugador del Valencia …
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