Portugal rechaza suspender el AVE a España por la crisis

Portugal rechaza suspender el AVE a España por la crisis
. EFE/Archivo

El Gobierno socialista portugués expresó hoy su intención de construir el ferrocarril de alta velocidad con España y rechazó las presiones de la oposición conservadora para suspender el proyecto por la crisis económica que vive el país.

El ministro luso de Obras Públicas, António Mendonça, aseguró, en un debate parlamentario, que la voluntad del Ejecutivo socialista es «firme» y seguirá adelante con el proyecto, que debe estar concluido en 2013.

También insistió en que se mantiene la construcción del tramo más próximo a Lisboa, cuyo concurso fue anulado este mes y debe volver a ser convocado en noviembre en condiciones que permitan un ahorro de costes y mayor financiación europea.

El debate se produjo tras las críticas de los demócrata cristianos del Partido Popular (CDS-PP) a la viabilidad del proyecto.

Paulo Portas, líder de ese partido que representa la tercera fuerza parlamentaria, cuestionó que el Gobierno de José Sócrates, mantenga esa costosa inversión pública en medio de la crisis que vive el país y las medidas de austeridad que se ha visto obligado a adoptar.

Pero Mendonça defendió la importancia del proyecto para la economía lusa y descalificó las criticas al proyecto, que tampoco aprueba el principal partido de lo oposición, el Social Demócrata (PSD, centro-derecha).

La licitación suspendida, que debe ser convocada de nuevo, abarca tan sólo 50 kilómetros de vía entre Lisboa y la localidad de Poçeirao, pero incluye un tercer puente sobre el estuario del Tajo que elevaba el coste de la obra a 1.900 millones de euros.

La decisión de anular el concurso ya había sido anunciada en mayo pasado pero su publicación el pasado día 17 en el Diario oficial de la República portuguesa desató una ola de especulaciones sobre una suspensión del proyecto que obligó al Ejecutivo luso a desmentirla y ratificar el proyecto.

El tramo más largo del futuro ferrocarril, entre Poçeirao y la frontera de Badajoz, fue adjudicado ya con un costo de 1.500 millones de euros y las obras deben empezar en pocos meses.

Las críticas de la oposición lusa al gasto que representa el futuro tren de alta velocidad han recrudecido en los últimos días en medio del clima de desconfianza de los mercados internacionales hacia la recuperación de la economía portuguesa.

El precio de la deuda lusa volvió a registrar hoy nuevos mínimos ente las dificultades de Lisboa para controlar el abultado déficit fiscal del país, cuya gestión tiene además enfrentados al Gobierno y la oposición.

Las ventas de los inversores internacionales llevaron el interés de las obligaciones a diez años del Tesoro portugués al 6,42%, el valor máximo desde la introducción del euro en 2002.

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