Esclavos sexuales a la venta en una página de contactos

Una tarde de marzo de 2008, la hija adolescente de Vicky Zito salió de casa para ver a unos amigos y nunca regresó. Pasaron ocho largos días hasta que Zito volvió a tener noticias de su hija, que por aquel entonces tenía 17 años. El teléfono de la casa familiar en Sacramento (California) sonó y al otro lado un agente del FBI pidió a Zito que se sentase …

Lea el artículo completo en www.publico.es

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído