Nos ha recordado que la democracia necesita humor
Nueve de la mañana en la sede de Los Verdes en Berlín.
La reunión de la Ejecutiva del partido comienza con retraso porque sus miembros ‘estaban viendo el vídeo de Merz’, explica un asistente.
Apenas una hora más tarde y en un escenario muy distinto, la sede del Partido Liberal, el Thomas-Dehler Haus de Berlín, las sonoras carcajadas traspasan las puertas de los despachos y resuenan en los pasillos enmoquetados que conducen al departamento de Prensa.
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