CCOO y UGT se dieron ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid su último baño de multitudes antes de que se iniciara la pasada madrugada la jornada de la huelga general. Y lo hicieron en un ambiente optimista en el que existía el convencimiento de que habrá un seguimiento importante del paro y, sobre todo, de que servirá para convencer al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero de que rectifique sus políticas económicas, y especialmente la reforma laboral recientemente aprobada …
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