El método es uno de los más utilizados en estética por su efecto antianging y rejuvenecedor de los tejidos
Desde cirujanos maxilofaciales hasta expertos en estética, pasando por traumatólogos y cirujanos plásticos.
Todos ellos llevan usando desde hace más de una década esta técnica consistente en extraer la sangre del paciente (habitualmente en torno a 50-60 cc) y centrifugarla para que los diferentes componentes de la sangre queden agrupados .
Su aplicación es sencilla, sin peligro para el paciente o el médico, sin efectos secundarios y sin posibles reacciones alérgicas al tratarse de un implante autólogo.
Lea el artículo completo en www.elmundo.es