El Gobierno no quiso mojarse ayer con las cifras ni los calificativos del paro general y jugó a nadar y guardar la ropa con el objetivo de conseguir una inminente vuelta a la negociación con sindicatos y empresarios. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el encargado del Ejecutivo en informar de la evolución de la huelga, se limitó a asegurar que el paro tuvo un seguimiento «desigual y un efecto moderado» …
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