El pacto de no agresión entre Gobierno y sindicatos que presidió la jornada de la huelga general se transformó el día después en una escena de sofá, en la que todos se mostraban abiertos al diálogo … Todo parecía como si los rumores de un acuerdo no escrito sobre el desarrollo de la huelga entre los contendientes, en teoría enfrentados, empezaran a hacerse realidad y la negativa rotunda a negociar de CCOO y UGT en los días previos a la movilización se convertía ahora en un «si quiero» con reparos …
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