La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha asegurado hoy que no tiene «ninguna prisa» en crear una nueva tasa a los bancos para costear futuras crisis porque la prioridad ahora es que «el crédito vuelva a fluir y acompañe el crecimiento».
Los ministros de Economía de la Unión Europea han discutido hoy la creación de esta tasa bancaria pero no han logrado avances, ha explicado Salgado, aunque sí hay acuerdo en que se dejará un «margen importante» y una «gran libertad» a los Gobiernos a la hora de diseñarla. Suecia ya ha creado este impuesto mientras que Francia, Alemania y Reino Unido están muy avanzados. La Comisión presentará sus ideas en octubre.
«Nosotros no tenemos ninguna prisa para construir ese fondo de resolución de crisis porque tenemos nuestro Fondo de Garantía de Depósitos y porque nuestras entidades financieras han demostrado su solvencia en unos ‘stress test’ muy rigurosos. Así es que vamos a esperar a los principios europeos», ha dicho la vicepresidenta económica en rueda de prensa al término de la reunión.
«En España vamos a ser muy prudentes porque en este momento lo más importante es que las entidades financieras tengan liquidez y la capacidad de aportar fondos para la recuperación económica», ha insistido.
A juicio de Salgado, la tasa bancaria debería gravar el pasivo excluyendo los depósitos y el capital y los ingresos recaudados deberían destinarse al presupuesto. «Si se van construyendo un fondo adicional, nosotros creemos que debemos poder utilizarlo para los presupuestos», ha repetido. España se alinea así con Francia y Reino Unido y se distancia de las tesis de la Comisión y de Alemania, que quieren dedicar la recaudación a un fondo de resolución para liquidar entidades financieras.
Los ministros de Economía de la UE han debatido también la posibilidad de crear una tasa a las transacciones financieras internacionales que contribuya a financiar la lucha contra el hambre y la pobreza, tal y como defendieron el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la última Asamblea General de la ONU dedicada a los Objetivos del Milenio.
Sin embargo, las posibilidades de que esa tasa prospere son escasas porque los Veintisiete creen que debería introducirse «a nivel mundial, o al menos muy ampliamente», pero Estados Unidos lo rechaza. Y de momento se descarta aplicarla únicamente en la UE. «En el contexto actual de los mercados financieros, la introducción de esta tasa a nivel de la UE amenaza con generar fuertes pérdidas en términos de actividad financiera, en particular si su base incluye actividades muy móviles», afirma el documento de trabajo examinado por los ministros.
