El encanto de Don Draper, el protagonista de la serie Mad Men, reside en su capacidad para exponerse continuamente sin revelar su misterio. Como dice Harry Crane, uno de sus compañeros: «¿Draper? ¿Quién sabe algo de ese tío? Podría ser Batman y no nos hemos enterado».
Lea el artículo completo en www.elpais.es