«Ténganme en sus plegarias (lo necesito)», pidió Serena Williams a los aficionados, en un ruego que bien puede extenderse a todo el tenis femenino. El 11 de octubre de 2010 debió haber sido un día de festejo para la WTA: la danesa Caroline Wozniacki como nueva número uno -la vigésima en la historia- lo justificaba … El problema es que el número uno de Wozniacki es en realidad el reflejo de la fuerte crisis del tenis femenino, un circuito con más imagen que tenis. Si a Serena Williams le gustara más jugar, Wozniacki no habría llegado a la cima …
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