El problema, el mayor ahora mismo, es la falta de gol. Cierto que el Barcelona no tiene la sublime continuidad de hace dos temporadas. Seguro que la añora, pero añora más la pegada, la dinamita … Esa ansiedad invasiva tiene el rostro de David Villa. Reconocido por embocar a gol en cualquier circunstancia y desde cualquier posición, anda con las musas en huelga a la japonesa: por saturación …
Lea el artículo completo en www.as.com