Prohibido intercambiar efusiones amorosas en el coche, prohibido hacer castillos de arena en la playa, prohibido sentarse en las escaleras de los edificios históricos, prohibido comerse un bocata por la calle, prohibido usar chancletas, prohibido surcar la orilla del mar en patinete, prohibido hablar con prostitutas, prohibido llevar minifalda o vestidos de generoso escote … Italia, un país famoso por su flexibilidad y su capacidad de adaptación, se está convirtiendo en Prohibilandia. El fenómeno comenzó hace un par de años, en agosto de 2008, cuando pocas semanas después de su llegada al poder el Gobierno de Silvio Berlusconi aprobó un decreto por el que autorizaba a los distintos ayuntamientos del país a aprobar sus propias ordenanzas en todo aquello que concierne a la seguridad y el orden público …
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