El estrés al que ha sido sometido el pulpo Paul, el molusco adivino del Mundial de Sudáfrica, en los últimos años pudo haber acortado la vida del animal según ha explicado el experto del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, Ángel Guerra, aunque también ha señalado, que «no es de extrañar que haya muerto de manera natural», ya que esta especie, el Octopus vulgaris «tiene una esperanza de vida de unos dos años».
Guerra ha señalado que, aunque son «animales fuertes», un «exceso de apagar y encender mucho las luces, manipularle, obligarle a hacer diariamente ejercicio, o que lo trasladen de un acuario a otro para las pruebas» pueden causar en el animal un «estado de estrés que le puede acortar la vida».
En cuanto a las causas de una muerte natural, el experto ha señalado que, en un pulpo como Paul, ésta se produce con la aparición de una variación genética que les deteriora hasta la parada respiratoria, pero el motivo de que estos genes se manifiesten a los dos años de vida está todavía en estudio.
Así, ha señalado que algunos expertos creen que la aparición de los genes es consecuencia del reloj biológico, mientras que otros opinan que se produce tras la etapa de reproducción del Octopus vulgaris en la que el animal se somete al estrés del cortejo y de la cópula.
Por otra parte, Guerra ha apuntado que al estar en un acuario, el Sea Life de la ciudad alemana de Oberhausen, su muerte también podría haberse producido por una herida o una infección debido a la suciedad de los filtros o bacterias en el ambiente.
El pulpo Paul pudo morir antes de la final del Mundial
«Estoy segura de que el pulpo Paul murió el 9 de julio y que los alemanes nos han engañado durante mucho tiempo», dijo Jiang Xiao, directora del film que se prepara sobre el cefalópodo, estrella del último Mundial de Sudáfrica.
«Noté cierto nerviosismo en los responsables del parque acuático», dijo la directora, quien también reveló el nombre de su película: «¿Quién mató a Paul?».