«¡Viva Marcelino!, ¡Viva Josefina!, ¡Viva el socialismo!, ¡Viva el Partido Comunista!, ¡Viva Comisiones Obreras!, ¡Viva la República!». Con esas proclamas espontáneas, el público que abarrotaba el auditorio Marcelino Camacho, en la sede madrileña de CCOO, despidió ayer el féretro con el cuerpo del legendario sindicalista, rumbo al Cementerio Civil, donde fue enterrado unas horas después …
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