Cientos de vecinos y familiares acuden al funeral de las dos víctimas del incendio de Lalín que «nadie se explica»

Varios centenares de personas, entre vecinos y familiares, han acudido al funeral y posterior sepultura de las dos víctimas del incendio que se produjo este viernes en la parroquia de Barcia en Lalín (Pontevedra), en el que fallecieron Sonia Mouriño y Amador Vázquez. Un caso que «nadie se explica» y que, con la investigación policial abierta, tiene a los padres de la joven imputados.

En un día marcado por el intenso frío y la lluvia, cientos de personas han despedido a las víctimas de este suceso en la iglesia parroquial lalinense de A Barcia, que se ha quedado pequeña para la ceremonia, y alrededor de la cual se podía vislumbrar una gran hilera de automóviles.

Los dos ataúdes han llegado a la iglesia bajo un respetuoso silencio, que sólo se ha visto roto por un malentendido entre uno de los fotógrafos allí presentes y un agente de la Policía Local debido al deseo de la familia de que no se hiciesen fotos dentro del recinto situado junto a la puerta de entrada a la iglesia.

Entre los asistente al sepelio, que ha oficiado el párroco Eliseo García, se encontraban diversos familiares de las víctimas y los tres hermanos de José Mouriño –padre de la joven de 21 años fallecida–, así como varios jóvenes amigos de Sonia Mouriño –incluida la chica que estuvo con ella la noche anterior al suceso–. También ha acudido a la parroquia de A Barcia el alcalde de Lalín, Xosé Crespo, acompañado de varios concejales de la corporación.

Asimismo, antes del funeral, distintas personalidades del mundo agrario gallego, como el secretario xeral de Xóvenes Agricultores, Francisco Bello, o el secretario comarcal de Unións Agrarias en Deza-Tabeirós, Román Santalla, han asistido a dar el pésame a la familia. La vinculación de estas personas con la familia se debe a que José Mouriño era propietario de una explotación láctea.

«NADIE SABE»

Entre los grupos de personas que se han formado en las inmediaciones de la iglesia debido a la imposibilidad de poder acceder al abarrotado templo, se han sucedido las expresiones de incomprensión por lo sucedido, acompañados de la frase «nadie sabe» como muletilla para expresar la falta de explicaciones lógicas con las que cuentan los vecinos para comprender la naturaleza de este suceso.

«Es una sorpresa para todos», así apuntaba uno de los vecinos el estupor con el que se ha recibido la noticia de que el matrimonio formado José Mouriño y Carmen Reboredo fuese detenido tras ser localizado en una fosa séptica de su vivienda por su supuesta vinculación con el incendio –en el que falleció un octogenario que trabajaba para la familia– y su hija, asesinada previamente de un golpe en la cabeza.

DECLARACIONES JUDICIALES

Mientras tanto, José Mouriño, detenido por su supuesta vinculación con el incendio, está pendiente de ingresar en prisión después de prestar declaración ante el juez encargado del caso, según han informado fuentes de la Guardia Civil a Europa Press.

Para tomar declaración a su mujer, actualmente ingresada en el área de Psiquiatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago, el magistrado se desplazará, seguramente en la tarde de este domingo, al centro hospitalario.

Por su parte, según han informado a Europa Press fuentes municipales, las dos personas supervivientes del incendio –la abuela y tío de la joven fallecida en el caso, Erundina Lalín Reboredo y Manuel Reboredo Lalín– permanecerán hasta el próximo martes bajo tutela en una residencia local, momento en el que las «autoridades pertinentes» decidirán «qué hacer con estas personas».

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