El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha asegurado que el nuevo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha tardado «menos de los esperado» en mostrar hasta dónde llega «su talante dialogante», ya que prefiere «los vetos a los votos» en el Congreso para «pasar por encima de los pensionistas y de los ayuntamientos» en la tramitación de sus Presupuestos Generales del Estado para 2011.
Entre las 22 enmiendas vetadas por el Gobierno este miércoles hay cuatro estaban elaboradas directamente por Izquierda Unida, una de las cuales proponía la creación de un Fondo Extraordinario de 3.500 millones de euros para la financiación local, con el objetivo de que los ayuntamientos pudieran hacer frente a sus problemas de liquidez.
Otra de ellas pedía la condonación por parte del Estado de los anticipos hechos por el Estado a las corporaciones locales en los ejercicios de 2008 y 2009, aún no devueltos por éstas.
«El Gobierno demuestra con estos vetos que le sigue importando más cumplir con los mercados, con el Fondo Monetario Internacional y con las presiones neoliberales internacionales que con los pensionistas de este país», ha remarcado Llamazares, para quien «no son ciertos los argumentos técnicos esgrimidos» por el Gobierno para justificar un «grave recorte de la capacidad parlamentaria para debatir y negociar enmiendas» que mejoren sustancialmente los Presupuestos.
«Nuestras enmiendas no suponían un incremento del gasto, como se argumenta, porque en todas ellas está perfectamente justificado de dónde saldría ese dinero», ha remarcado.
