Miguel Ferrer ya no es alcalde de Teruel y los que hasta ahora han sido sus compañeros de coalición, Luis Muñoz y Carmen Alonso, han dejado de ser también concejales del consistorio. Ferrer ha asegurado que se va tranquilo.
Sus dimisiones se han convertido en el primer asunto tratado por el Pleno del Ayuntamiento de Teruel, después de que tanto el Partido Popular como Chunta Aragonesista anunciaran el sentido de su voto para todos los puntos del orden del día y renunciaran a debatir el resto de asuntos. Tras la dimisión de Ferrer, los grupos deberán elegir un nuevo alcalde en 10 días y, mientras tanto, la socialista Lucía Gómez será la alcaldesa accidental.
Una vez que se ha tenido conocimiento de su dimisión, tanto Muñoz, como Alonso y, por sorpresa, el propio Miguel Ferrer han abandonado el salón de Plenos. Los dos ediles han abandonado el salón de plenos tras renunciar a su acta como concejales, mientras que Ferrer, que no ha renunciado a su acta, lo ha hecho por «solidaridad con mis compañeros, no puedo permitir que ellos se vayan y yo quedarme».
No obstante, Miguel Ferrer volverá a estar presente en el siguiente Pleno municipal, en el que se elegirá a su sustituto y que, probablemente, se celebrará el próximo 17 de noviembre.
En los últimos días, el Partido Aragonés (PAR) ha anunciado que no tiene intención de presentar un candidato, mientras que el PSOE ha indicado que es difícil sumar mayoría. Aún así, su portavoz en el consistorio, Pedro Joaquín Simón, ha asegurado que intentarán que haya un candidato «siempre que sumemos mayoría»; mientras que Chunta Aragonesista cree que todavía es pronto para hablar de pactos.
Por su parte, el popular Manuel Blasco se convertiría en alcalde si no hubiera una mayoría absoluta, aunque Blasco ha apreciado que el nombre del alcalde de Teruel depende de la decisión del PSOE. También ha apuntado que no darán su voto a un candidato del PSOE y que, si llegan a la Alcaldía hay muy poco margen de acción, lo único «barrer la casa», ha concluido.
(((Habrá ampliación)))
