El presidente de C’s y candidato a la Generalitat, Albert Rivera, se ha mostrado escéptico ante la promesa de el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de acompañar el traspaso de la gestión de los trenes Regionales desde el 1 de enero de 2011 a la Generalitat, asumido este miércoles, de una inversión», después de los recortes «llevados a cabo por ministro de fomento, José Blanco».
Por ese motivo, ha vaticinado que será «otro fracaso» como el traspaso de los trenes de Cercanías, ya que «la clave» de su funcionamiento es, a su juicio, la dotación económica más que quién lo gestione.
Tras una reunión con la Unió de Pagessos de Lleida, el candidato ha sopesado que el problema que se debe solventar es cómo invierte el Estado y cuáles son los recursos para gestionar el servicio por parte de la Generalitat, ya que no se trata de «un problema competencial, sino de inversión», ha insistido.
Con todo, ha asegurado que celebrará el traspaso cuando Cataluña reciba el dinero prometido, aunque desconfía de la palabra del presidente. «De momento me muestro escéptico porque está demostrado que estas promesas electorales acaban como tal. De Zapatero ya sabemos que promete Estatuts, que promete cheques y después los recorta», ha advertido.
UN TRASPASO ELECTORALISTA
El candidato ha mostrado irónica sorpresa a que el traspaso se haya realizado «a diez días de las urnas» con un paquete presupuestario bajo el brazo, que, a su juicio, era la crítica que había recibido con el traspaso de los trenes de Cercanías.
Por eso, ha asegurado que le pedirá a la Generalitat, que se despliegue un calendario del traspaso de las competencias, de las inversiones del Estado y de los presupuestos de la Generalitat, y ha advertido que si no se hace pasará como con la ley de dependencia, «que genera frustración en los ciudadanos».
La Generalitat ha asumido esta competencia, asumiendo también el déficit del servicio, estimado en 14,8 millones de euros para dicho ejercicio.
