El diputado del PP por Lugo en el Congreso, Joaquín García Díez, ha acusado al Gobierno de preferir «criticar las palabras del Papa en España a condenar los actos belicistas de Marruecos» en el Sáhara pese a que, según destaca, han traído consigo el derramamiento de sangre de ciudadanos españoles.
En un artículo de su página personal de Internet, recogido por Europa Press, el diputado gallego defiende que hasta que no se resuelva definitivamente sobre la soberanía del Sáhara, «que España abandonó de manera unilateral y vergonzosa» en 1976, nuestro país será el administrador «oficial» de ese territorio.
LAS ARENAS ENGULLIRAN A LOS TRAIDORES
«Estoy seguro que las arenas de aquel desierto acabarán por convertirse en arenas movedizas y terminarán por engullir a los que hoy las traicionan. Y si no se los tragan estas arenas movedizas, lo harán las urnas, que serán las que pondrán punto y final a este esperpéntico Gobierno», advierte.
García Díez se queja de ningún miembro del Gobierno Zapatero haya «haya movido una ceja, ni realizado la menor crítica hacia el país agresor, limitándose a lamentar» lo sucedido, pedir «prudencia» y «mirar para otro lado», lo que considera «inexplicable e injustificable».
PRESOS DEL BUEN ROLLITO
A su juicio, el Ejecutivo español está «preso de su política de buen rollito con Marruecos cueste lo que cueste» y por eso «calla, olvida los compromisos que España tiene con el Sáhara y traiciona a sus gentes».
Esta actitud, según García Díez, deja a España «en una posición de absoluta debilidad ante la estrategia invasora y belicista del monarca alauí», que, según recuerda, «todavía no renuncia a territorios algo más próximos en la distancia como Ceuta y Melilla».
Es más, apunta que «desde esta semana» las dos ciudades autónomas «ven debilitada su seguridad y españolidad por la actitud de quienes siempre acaban mirando para el lado contrario a donde está el problema».
