La Confederación General del Trabajo (CGT) ha condenado este sábado el estado de alarma decretado por el Gobierno debido a la ausencia de los controladores aéreos en sus puestos de trabajo, ya que, a su juicio, esto conlleva la «suspensión de los derechos constitucionales. Además, ha acusado al Ejecutivo de ser el «único responsable» del cierre del espacio aéreo español.
Para el sindicato, la declaración del estado de alarma es «un antecedente gravísimo, ya que a partir de ahora podríamos estar asistiendo a la suspensión del derecho a la huelga en cualquier sector donde los trabajadores tienen capacidad y fuerza para defender los derechos colectivos».
Por ello, CGT ha denunciado la actitud «autoritaria» del Gobierno al aprobar el decreto, «siendo incapaz de resolver los problemas de forma democrática, siendo incapaz de dar marcha atrás en su deriva neoliberal que está provocando el mayor ataque conocido en el período democrático reciente contra los derechos laborales y sociales de los trabajadores y las clases populares».
«El Gobierno no puede seguir actuando a base de decretos, pasando por encima del derecho a la negociación colectiva y los derechos laborales y sociales, demostrando su desprecio absoluto por las reglas de juego de la democracia y colocando a los trabajadores en situaciones límite, ante una manera de actuar autoritaria, militarista y salvaje», ha criticado.
Para CGT, el problema de fondo es que el Ejecutivo ha decretado vender AENA para «hacer caja y poder seguir pagando la deuda pública contraída como consecuencia de haber dado miles de millones de euros a la banca».
«El Gobierno está vendiendo el patrimonio público sin ningún tipo de escrúpulos, lo está vendiendo a precio de saldo a los empresarios amigos y poderosos, que sólo desean obtener beneficios. El Gobierno está atravesando todas las líneas rojas en cualquier democracia, actuando con mano de hierro para imponer sus criterios, olvidando y negando todo tipo los derechos a los y las trabajadoras», ha añadido.
Por todo ello, el sindicato ha afirmado que «defenderá y apoyará hasta el final la lucha de los trabajadores de AENA», si bien también «se solidariza con los ciudadanos que están sufriendo de forma directa el conflicto ocasionado con motivo del cierre del espacio aéreo», del que hace responsable al Gobierno.
