La Liga de la selección campeona europea y mundial es incapaz de ordenar con coherencia su propia cartelera. La Liga del país que aspiraba ni más ni menos que a ser sede de la Copa del Mundo en 2018 resulta esperpéntica para organizar un solo partido. La Liga que da amparo a los tres grandes favoritos al Balón de Oro (Iniesta, Xavi y Messi) monta un sainete con un secretario federativo al teléfono, un equipo de élite que intenta negociar por su cuenta la hoja de ruta y otro más modesto concentrado en un hotel sin voz ni voto …
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