RSF pide que el proceso a Assange «en ningún caso» sea un proceso contra Wikileaks

La organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF) ha reclamado al Gobierno británico que el proceso abierto contra Julian Assange se concentre «específicamente en las acusaciones de orden privado» de las que ha sido objeto en Suecia y, «en ningún caso», se convierta en un proceso contra la página de Internet Wikileaks, de la que él es fundador.

El secretario general de la organización, Jean-François Julliard, pidió ayer martes en carta abierta al ministro de Justicia británico, Kenneth Clarke, que se examine el caso de Assange «con toda la imparcialidad que se requiere e independientemente de todas las presiones gubernamentales exteriores».

«Al parecer, las autoridades de algunos países pretenden obtener la condena del señor Assange o al menos evitar que continúe sus actividades, para frenar las revelaciones de Wikileaks, en menosprecio de la libertad de información», prosigue la carta.

«Recordamos que Wikileaks ha realizado una útil labor haciendo públicas las gravísimas violaciones de los Derechos Humanos cometidas en nombre de la ‘guerra contra el terrorismo’ durante el último decenio», destacó RSF.

«Reporteros sin Fronteras ha condenado en varias ocasiones los bloqueos, los ciberataques y las presiones políticas contra el sitio Wikileaks», aseguró. «Es, de hecho, la primera vez que constatamos un intento de censura a escala internacional de un sitio cuya vocación primera es la transparencia», denunció.

Por ello, a juicio de Julliard, la Justicia británica debe «garantizar el respeto de los derechos de la defensa pese al clima de gran tensión que reina en torno a este caso» y el proceso «debe concentrarse específicamente en las acusaciones de orden privado de las que el señor Assange es objeto en Suecia».

«En ningún caso debe tratarse de un proceso por las publicaciones de Wikileaks», advirtió RSF, que recordó que el propio Julian Assange se entregó voluntariamente a la Policía, un «gesto buena voluntad» que «debe ser tenido en cuenta durante el examen del expediente».

LA DETENCION

Assange fue detenido ayer martes en Londres en ejecución de la euroorden de arresto emitida por las autoridades de Suecia, donde supuestamente cometió varios delitos sexuales. Un tribunal británico le ha denegado la libertad bajo fianza, por lo que permanecerá en prisión hasta el próximo 14 de diciembre, cuando se celebre una nueva audiencia para decidir su extradición a Estocolmo.

El ministro de Exteriores de Australia, Kevin Rudd, ha anunciado que su Gobierno proporcionará ayuda consular al fundador de Wikileaks y ha declarado que Assange «no es por sí mismo el responsable de la revelación no autorizada de 250.000 documentos de las comunicaciones diplomáticas de Estados Unidos».

A su juicio, el único responsable legal de estas filtraciones es el soldado estadounidense que supuestamente robó este material de la red interna del Departamento de Estado norteamericano, que ha puesto en evidencia la «eficacia» del sistema de seguridad de los servicios de Inteligencia de Washington, especialmente en lo que se refiere a las comunicaciones con sus diplomáticos en todo el mundo.

En un artículo publicado este miércoles por la prensa australiana y titulado «No maten al mensajero por revelar verdades incómodas», Julian Assange ha defendido la divulgación de documentos confidenciales de Estados Unidos por considerar que es necesaria para ejercer una función de control sobre los gobiernos.

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