Sin nada más que el orgullo y un récord de puntos que no es más que morralla estadística, todos los focos apuntaban a Benzema. Y el francés sacó su rapada cabeza; para rematar el gol que aclaraba le partido y para mostrar la temperatura de sus emociones según iba celebrando sus tres goles. Cristiano, de extremo izquierdo, tiró una comba al corazón del área pequeña …
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