El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido distinguido por los periodistas parlamentarios con el premio «Emilio Castelar» al mejor orador del año, mientras la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, ha obtenido el «Luis Carandell» a la mejor relación con la prensa.
Sin embargo, al líder del PP, Mariano Rajoy, los informadores le han dedicado el «Castigo para la prensa», otro galardón de los doce que concede anualmente la Asociación de Periodistas Parlamentarios y que recogió en su nombre, sin discursos, Soraya Sáenz de Santamaría.
Las distinciones fueron entregadas anoche durante una gala celebrada en un céntrico hotel madrileño, a la que además de los dos vicepresidentes asistieron los ministros Ramón Jaúregui, Leire Pajín y Ángel Gabilondo.
Para quienes cada año hacen cuentas con los «triunfos» alcanzados por cada partido, anoche empataron en este cómputo el PSOE -ya que también se llevó un tercer premio, como «Diputado revelación» el socialista Pedro Sánchez- y ERC, que también se alzó con tres distinciones.
Y por candidatos fue el diputado republicano Joan Tardá el más reconocido, al lograr el premio «Azote de la oposición» y también el de la «Pregunta del millón», a saber: «¿Incluye el Ejército del Aire entre sus objetivos el traslado de civiles y militares a bodas, bautizos y comuniones?».
Fue el tercer premio de ERC para Carles Bonet, de la Entesa, como «senador del año», en tanto Xosé Manuel Pérez Bouza, del BNG, consiguió el de «senador revelación».
De las demás distinciones, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, compartió el de «Parlamentario más activo» con el veterano diputado de CiU Josep Sánchez Llibre, y el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, logró el «Azote del Gobierno».
Como eurodiputado del año, la APP reconoció a Raul Romeva, de ICV; el segundo premio negativo, junto al obtenido por Rajoy, fue para el ex ministro del PP Ángel Acebes, «Desconocido en el Parlamento».
La entrega de premios se celebró en un ambiente distendido, aunque el cierre de la cadena de televisión CNN+ y el incierto futuro de sus periodistas acaparó muchas conversaciones.
Tras la cena, fue el discurso con el que el presidente del Congreso, José Bono, cerró el acto, el que estaba en boca de muchos invitados, ya que, entre broma y broma, no ahorró invectivas, pullas y un amplio repertorio de ironías a diestro y siniestro.
Así, describió a Rubalcaba como una «liebre» de raza cántabra presta a competir, se supone que para relevar a Zapatero, y recordó que el ahora vicepresidente le apoyó en las primarias a la secretaría general del PSOE que perdió frente a Rodríguez Zapatero.
Se detuvo especialmente en Joan Tardá, para el que expresó aprecio pese a que en su día le advirtieron contra él, y desveló, siempre con humor, que el Rey le llamó una vez para averiguar el alcance del «¡Muerte al Borbón!» que el de ERC gritó en un mitin.
Tras hablar con Tardá, Bono aseguró haber podido aclarar a Don Juan Carlos que su intención con aquella expresión no era otra que manifestar un «Viva la República» sin querer mal alguno para el Rey.
De Elena Salgado confesó haber descubierto una nueva faceta muy distinta de la imagen que sus colegas de Gabinete tienen de ella -«le tienen más miedo que a una vara verde», aseguró-.
Y todo porque al recoger su premio la vicepresidenta había dicho que era la segunda vez que tenía suerte, después de que el año pasado el «gordo» de la lotería le hubiera tocado a ella, esto es, al Tesoro Público, porque no se vendió el número.
Durante la gala, la APP también entregó un reconocimiento a uno de los «padres» de la Constitución, José Pedro Pérez Llorca, y emitió un vídeo en recuerdo del desaparecido José Antonio Labordeta.
El poeta, cantautor y político también estuvo presente en la glosa del año político que un año más cantó ante los invitados el redactor jefe de Política de la Agencia EFE, José Miguel Blanco, acompañado de su guitarra.
