Un ‘palio’ metálico para llegar a la tumba de Franco

El Valle de los Caídos es una ruina. Sus esculturas gigantes de piedra de Calatorao se quiebran hasta el derrumbe, sus columbarios tienen los techos hundidos y los huesos de víctimas de la Guerra Civil que reposan allí permanecen diseminados hasta el punto que su identificación es casi imposible. Pero los monjes de la abadía benedictina quieren seguir dando misa y sus fieles, agrupados en asociaciones fascistas, recibirla …

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