Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, quedó ayer libre de cuatro de los siete delitos que pesaban sobre él. En un auto, la Audiencia Provincial considera que debe ser juzgado por presunto tráfico de influencias y también por el supuesto fraude fiscal cometido en 1999. También pudo haber cometido, aunque se formulan algunas reservas, un delito de cohecho …
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